Repsol-YPF viola derechos humanos y contamina el medio ambiente

La multinacional española Repsol-YPF está siendo cuestionada por los efectos sociales, ambientales y culturales sobre los pueblos y los ecosistemas de las regiones en las que opera. Es acusada por una serie de violaciones a los derechos humanos, impactos sociales y culturales a pueblos indígenas, contaminacion del medio ambiente y de fuentes de agua, fraude fiscal, pérdida de biodiversidad y deforestación en Argentina, Bolivia y Ecuador.

Repsol-YPF es una de las mayores empresas transnacionales del sector del petróleo y gas, y líder del sector de los hidrocarburos en América Latina con operaciones en 14 paises latinoamericanos. En esta sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos en Lima, se presentarán denuncias sobre los impactos de las actividades de Repsol-YPF en Argentina, Bolivia y Ecuador. A todo esto, los efectos de las operaciones de la compañía en Colombia ya fueron analizados en el transcurso de la Sesión sobre empresas petroleras del Tribunal Permanente de los Pueblos – Capítulo Colombia (Bogotá, 2007).

En Argentina desde 1989, los gobiernos han permitido que las transnacionales controlen el mercado petrolero, entregándoles la soberanía energética del país. El mayor campo de Repsol-YPF en Argentina está en Loma de la Lata (Neuquén), donde viven las comunidades mapuche Paynemil y Kaxipayiñ. Las operaciones de la empresa han contribuido a que haya una menor superficie para áreas de pastoreo, a la pérdida y fragmentación de áreas naturales, la extinción de plantas de uso medicinal y a la desaparición de especies autóctonas como guanacos y choiques. En el año 1995, en la comunidad Paynemil se descubrió contaminación con condensados de gasolina en la napa freática, resultando en la intoxicación crónica de los habitantes. Los hidrocarburos producen vértigo, debilidad, nerviosismo, dolor de extremidades y dermatitis, irritabilidad, cefalea, insomnio, sueños perturbados, fatiga y abortos.

En Bolivia, los más de diez años que lleva la multinacional española en el país han significado un daño constante y permanente, de diversa índole. En lo ambiental, se acusa a la empresas de más de diez casos de contaminación y depredación ambiental. En lo jurídico, hasta el 1º de mayo de 2007 Repsol-YPF actuó con un contrato ilegal e inconstitucional. En lo financiero, en el marco de los contratos de riesgo compartido, no cumplió con los niveles de inversión comprometidos y aceleró la tasa de depreciación para evitar el pago del impuesto a las utilidades. En lo operativo, la empresa ha incurrido en el delito de contrabando y ha realizado fraude fiscal.

Además, la multinacional opera en el Territorio Comunitario de Origen Itika Guasu, donde ingresó sin realizar la consulta previa establecida en el Convenio 169 de la OIT, que en Bolivia es ley desde 1991. Participa de manera directa o indirecta en las siguientes violaciones de los derechos humanos: discriminación de los trabajadores guaraníes (que carecen de seguro social y perciben menores salarios); contaminación y agotamiento de fuentes de agua; talas continuadas sin posterior reforestación; modificación de patrones de conducta; y propiciar el establecimiento de nuevos asentamientos humanos que ponen en riesgo la propiedad colectiva del territorio.

En Ecuador, Repsol-YPF es concesionaria en la Amazonía ecuatoriana dentro del Parque Nacional Yasuní y de la Reserva de la Biosfera Yasuní. Sus actividades han generado contaminación de aguas, contaminación de suelos, pérdida de biodiversidad, deforestación, erosión de suelos y ruido en estas áreas protegidas. Además, han provocado impactos sociales y culturales al pueblo indígena Waorani y a los pueblos en aislamiento voluntario Tagaeri y Taromenane, dueños ancestrales de ese territorio. Entre las afectaciones están el provocar desplazamientos de comunidades, cambio de los patrones culturales, crear dependencia de la empresa, daños a la salud, división de las comunidades y conflictos laborales. Otras consecuencias de la presencia de Repsol-YPF en esta región ecuatoriana son la extracción de madera para la construcción de carreteras y campamentos, la evasión fiscal o el haber convertido al Ejército Ecuatoriano en un “grupo armado” al servicio de la empresa.

Repsol-YPF ha incurrido en diferentes violaciones de normas sobre la responsabilidad de las empresas transnacionales, entre las que cabría destacar las siguientes: las normas de la ONU sobre responsabilidad social de las empresas, el Convenio 169 de la OIT, la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU y las Constituciones nacionales de Argentina, Ecuador y Bolivia.

Eje temático: Recursos Naturales y Neocolonialismo

Organizaciones denunciantes: Acción Ecológica (Ecuador), Asamblea del Pueblo Guaraní Itika Guasu, Centro de Documentación e Información de Bolivia – CEDIB, Centro de Estudios Aplicados a los Derechos Económicos, Sociales y Culturales CEADESC (Bolivia), Ecologistas en Acción-Ekologistak Martxan, Observatorio de Multinacionales en América Latina – OMAL- Paz con Dignidad (Estado español), Foro Ciudadano por la Justicia y los Derechos Humanos –FOCO, Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas – FISyP (Argentina).