Syngenta contamina, persigue y asesina campesinos en Brasil

En octubre de 2007 Valmir Mota, integrante de la Vía Campesina Brasil, fue asesinado en el municipio de Santa Tereza do Oeste, en el estado de Paraná. Unos 50 pistoleros armados pagados por la empresa Syngenta atacaron un campamento de campesinos y ejecutaron a sangre fría a Mota e hirieron a otros siete trabajadores rurales. Al mismo tiempo se acusa a la empresa de graves casos de intoxicación y aún de muerte por contaminación con uno de sus productos, el agrotóxico Paraquat, prohibido en varios países europeos. Syngenta también ha cultivado y patentado ilegalmente organismos transgénicos en Brasil.

Syngenta tiene –de manera ilegal– en Santa Tereza do Oeste un campo experimental de transgénicos cerca del Parque Nacional de Iguazú, en la zona de amortiguación del parque. En Brasil, desde 2003 está prohibido cultivar organismos genéticamente modificados en áreas de amortiguación. Pequeños agricultores ecológicos de la región realizaron una denuncia junto a Terra de Direitos en febrero de 2006, y el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables realizó una operación de fiscalización en el campo de Syngenta y constató las plantaciones ilegales de transgénicos. Por eso le impuso una multa de un millón de reales.

En marzo de 2006 la Vía Campesina ocupó el predio para denunciar la actividad ilegal de la empresa suiza y exigir que pagase la multa. Luego de 16 meses las familias de la Vía Campesina abandonaron el predio y dejaron plantadas 40 hectáreas con alimentos ecológicos y árboles nativos. En octubre de 2007 Syngenta anunció que retomaría los experimentos transgénicos en su local de Santa Tereza do Oeste y Vía Campesina realizó una nueva ocupación pacífica del lugar, lo que le pareció motivo suficiente a la empresa para ordenar el ataque armado a los campesinos, que terminó con el asesinato de Valmir Mota.

La Vía Campesina Brasil y la organización Terra de Direitos denuncian ante el TPP a la corporación suiza Syngenta por las graves violaciones a los derechos humanos y a la legislación nacional que ha protagonizado en el país.

Al asesinato de Mota, se agregan casos de intoxicación con Paraquat o Gramoxone (agrotóxico producido por Syngenta ) que según la Organización Mundial de la Salud es el agroquímico más tóxico producido en la actualidad y ha sido prohibido en Alemania, Austria, Dinamarca, Finlandia, Hungría, Eslovenia, Suecia, Suiza, Noruega y Malasia. En la denuncia al TPP se consignan 65 casos de intoxicación entre 1998 y 2000, y 3 muertes en el año 2002.

Syngenta es una de las mayores transnacionales del mundo dedicadas a los agronegocios. Se destaca por su producción de agroquímicos y de semillas transgénicas. La empresa obtiene 800 millones de dólares por año por sus ventas de agrotóxicos y transgénicos en Brasil, lo cual corresponde al 10 por ciento de sus ganancias globales.

Syngenta ha violado la Constitución Federal de ese país, la legislación ambiental, la Convención sobre Diversidad Biológica de la ONU, el Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, entre otras legislaciones nacionales e internacionales.

La Justicia brasileña no responsabilizó por el asesinato de Valmir Mota a Syngenta y por el contrario procesó a dos campesinos al identificarlos como dirigentes del movimiento campesino. Esta actuación muestra cómo el Poder Judicial actuó para garantizar los privilegios y la impunidad de esta empresa transnacional, criminalizando y violando los derechos de los campesinos. Por estos motivos el caso es presentado ante el TPP.

Eje temático: Criminalización de la Resistencia y Uso de la Fuerza

Organizaciones denunciantes: Terra de Direitos y Via Campesina (Brasil).