Home Historia Análisis y Publicaciones
Enlazando Alternativas 3 en los medios
  Mujeres que llegaron a la Cumbre
   

(La República - Alfredo Pomareda) Las mujeres que representan la rebeldía en Sudamérica agitan banderas en el Coliseo de la UNI. Son de izquierda, pero su prédica las lleva al centro de la crítica : anhelan que Evo Morales reciba el Nobel de la Paz y llaman equivocados a quienes no escuchan su voz de protesta que ahora se escucha en las afueras de la UNI, ahí donde un grupo de policías ya tiene preparadas las bombas lacrimógenas.

Y justamente con el recuerdo lacrimógeno del maltrato empieza la historia de Leonida Zurita Vargas, presidenta de la Federación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia "Bartolina Sisa".

MADRE Y SINDICALISTA

"Nací en el Trópico de Cochabamba el 22 de abril de 1969, perdí a mi padre cuando era bebé, estudié hasta tercero de primaria y dejé el colegio a los 18 años por factores económicos. Yo fui maltratada por los empresarios que explotaban mi tierra, nos hacían trabajar sin pago", cuenta Leonida. Esta mujer de pasado sombrío es anunciada como la campesina más importante de Bolivia. Representa a tres millones de personas desde que su madre le heredó la federación.

Leonida ha dejado a sus dos pequeños hijos en la provincia de Chapari – ubicada a 190 kilómetros de Cochabamba– y ha encargado a sus familiares los cultivos de hoja de coca, maíz, yuca y plátanos. Todo eso para llegar al Perú y poder exclamar "que los campesinos de Sudamérica sufren y que exigen igualdad de derechos y la no explotación de sus tierras. Necesitamos juntarnos y hacer fuerza".

Y ahí está, para acatar ese llamado, la ecuatoriana Blanca Chancosa Sánchez, una campesina de la tribu quechua de Mabura que, además, es miembro fundador de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador. Ella, al igual que Leonida, está en el Perú para reclamar el derecho a la identidad cultural.

MAESTRA INCONDICIONAL

"Yo soy maestra escolar, capacito a muchachos de todo nivel y al mismo tiempo no descuido al campesinado, ni a mi único hijo", explica Blanca Chancosa, quien comenta orgullosa que meses atrás dio una cátedra en políticas internacionales, en la Universidad de Quito. Blanca, al igual que Leonida, es madre soltera y también ha sufrido maltratos psicológicos.

"Cuando subo al bus, los jóvenes ecuatorianos se burlan de mi vestimenta quechua. Me tratan de minimizar y no me ceden el asiento. Eso es ignorancia y falta de tolerancia a la cultura andina", dice Blanca Chancosa, quien lleva 35 años promoviendo el respeto al campesino y su lucha no cesa porque la discriminación le quita terreno.

En el otro extremo de Sudamérica, al sur, el maltrato a la mujer campesina también está presente.

DESDE CHILE, PÉRCIDA

"Las siete regiones indígenas de Chile están pisoteadas por las mineras y las compañías forestales. A muchas de nosotras nos han explotado en las chacras, pero eso se tiene que acabar", reclama Pércida Cheuquenau, mapochina de 37 años que es la mayor de ocho hermanos.

Pércida, quien tiene un hijo en la actualidad, sobrevive gracias al cultivo de tubérculos y al trabajo artesanal de la platería. Es dirigenta sindical de cuatro regiones indígenas de Temuco y por tanto tiene que repartirse entre el trabajo y la lucha. "El fin de este encuentro es unir fuerzas en pro del campesinado. Debemos apoyarnos", finaliza.

La Cumbre de los Pueblos ha terminado y estas mujeres volverán a sus países con dos observaciones : en el Perú la discriminación campea y a los policías les gusta amenazar con bombas lacrimógenas.

Fuente : La República



 
     
     
     
     
 
Enlazando Alternativas | Red Birregional UE - ALC | 2007
Resolución mínima recomendada: 800 x 600 ppp
Espacio Privado