Durante años la intervención de tropas extranjeras, sean de Estados Unidos, Francia, otros poderes o ahora la MINUSTAH, no ha mejorado la vida del pueblo haitiano. Al contrario, su presencia atenta contra la soberanía y dignidad de ese pueblo y asegura un proceso de recolonización económica dirigido, ahora, por un virtual gobierno paralelo - la Comisión Interina de Reconstrucción de Haití - cuyos planes responden más a los prestamistas y empresarios que a los derechos de las y los haitianos. El Senado haitiano ha votado unánimemente por el retiro de esta fuerza de ocupación.